Historia de los Mochis Japoneses

 Uno de los libros clave para la literatura japonesa que se escribió en el siglo XII durante el periodo Heian, se habla del mochi como un alimento de ofrenda a los dioses. Fue a partir de entonces cuando se popularizó su consumo como un alimento principal en festividades. La festividad más importante en la que está presente este postre tradicional japonés es en la celebración de Año Nuevo, cuando se celebra la ceremonia del Mochitsuki. Aquí se preparan los mochis de una manera muy tradicional y con rellenos especiales para la fecha. A partir del silgo XIII se empezó a tomar para acompañar el té.

La preparación del mochi es un evento muy especial. Las familias tradicionales los hacen en casa siendo así una razón de estar todos juntos preparándolos. Aunque también los preparan en las pastelerías de la ciudad para que la gente los pueda comprar ya preparados.

Durante los siglos XIII y XIV, su consumo se extendió a la ceremonia del té, llegando poco a poco a más grupos privilegiados de la sociedad.

El mochi ha sido símbolo de la unión entre parejas, y utilizado para celebrar desde el nacimiento de un hijo hasta la primera menstruación de la mujer. Hoy en día sigue formando parte de las ceremonias de Año Nuevo, donde la variedad conocida como kagami mochi -mochi espejo- es colocada en los altares familiares cada 28 de diciembre.


El día antes de cocinarlos, el arroz se pone en remojo. Al día siguiente se cuece al vapor y se pasa a un enorme mortero de madera o de piedra que recibe el nombre de usu. Con una maza de madera llamada kine, una persona tiene que golpear el arroz mientras otra lo amasa y le añade agua. Como imaginarás, las dos personas deben estar bien coordinadas para evitar accidentes. Cuando la masa de arroz tiene una apariencia elástica y brillante, está lista para preparar los mochis.

En el libro Un antropólogo en Japón, Joy Hendri describe la ceremonia del Mochitsuki como un ejemplo genuino del sentido de la cooperación y la confianza en Japón.



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